Los consumidores son notablemente impacientes. Quieren todo y lo quiere ahora. Pero que tal si son forzados a - ¡oh!-¿esperar en la línea o -¡estremézcase!- esperar la entrega? ¿Realmente el retraso en el consumo de un producto impacta negativamente en su disfrute?¡Buenas noticias! Lo contrario puede ser cierto, si juegas tus cartas bien. Investigadores de la universidad de Arizona encontraron que el retardo en el consumo puede, de hecho, agregarle valor a la experiencia del cliente- si la persona anticipa el consumo la experiencia puede ser mucho más agradable.
(OK. Deja de comerte ese chocolate por un momento. Ahora muerde, ¿ve lo que le digo?) El retraso le permitió al cliente saborear con anticipación el producto, lo que aumenta la satisfacción de la experiencia.
¿Que significa esto para los mercadológos? Es mejor, hasta donde sea posible, construir un factor “yomi” dentro de la experiencia del cliente. En particular diseñar formas de mejorar la anticipación del cliente cuando un retraso es necesario. Por ejemplo, un restaurante puede diseñar un área de recepción cercana a la cocina, donde la vista y el aroma de la comida despierten la anticipación de la comida.
O cuando los mercadológos expertos ayudan a anticipar el placer del consumo (¡Los nuevos estilos de la primavera de venta solo este Sábado!), ellos solo deben hacer que la experiencia del cliente con el producto sea más disfrutable, también.
Resumiendo: No olvide el factor “yomi” en la promociones. Es importante tener en cuenta como las imágenes de un cliente consumiendo un buen producto puede mejorar la experiencia de un cliente al hacerlo anticipar el momento del consumo y hacerlo saborear el producto antes de comprarlo -y por supuesto el disfrute de la experiencia una vez que lo reciben..
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